Estos días he propuesto al alumnado del Grado de Educación Infantil (EI) la realización de un ejercicio consistente en diseñar y construir lo que he denominado un arte-facto/hábitat, una estructura que debe cumplir varias premisas: ser habitable, transitable, intervenible y manipulable.
Esta construcción funcionará a modo de instalación artística para la didáctica de la expresión plástica en EI, orientada a un rango de edad que va de los tres a los seis años. Para ello, se le ha proporcionado a la clase unas nociones básicas alrededor de la idea de arte-facto/hábitat, ofreciendo algunos ejemplos a tener en consideración.
Sin embargo, ha ocurrido que dentro de los distintos grupos de la clase se han planteado ideas que parten de estéticas prefijadas, cerradas, que no permiten una total intervención por parte de los discentes de infantil y que en cierto modo, condicionan su autoexpresión y el desarrollo del pensamiento creativo.
¿En qué baso esta afirmación? Tomemos por ejemplo que hablamos de construir un vagón de tren, una estructura ligada a una función muy concreta: el transporte de viajeros o mercancías a través de vías férreas. Podemos imaginarnos su aspecto o sus sonidos, y las rutinas asociadas a su funcionamiento: el traqueteo, la bocina, la llegada a una estación, el momento en el que pasa el revisor...
Un vagón no deja de ser un gran habitáculo en forma de prisma rectangular con puertas de entrada y de salida, ventanas, una zona de tránsito y asientos. ¿Hay entonces algún inconveniente en que planteemos un prisma rectangular neutro con elementos similares? ¿Podría ser en lugar de un vagón una nave espacial o un enorme transatlántico? Al ofrecer una estructura con una estética no prefijada permitimos que el alumnado la amolde a sus intereses. Esto ocurría en nuestra infancia al realizar construcciones empleando los elementos cotidianos que teníamos más a mano: cojines, sábanas, sillas... con los que nuestra imaginación podía jugar, fabulando escenarios desde la articulación de estos en un proceso de abstracción-concreción.